Patricia entra en el despacho de Marcela desencajada:
Marcela: ¿Qué pasa Patricia? ¿quién llama?
Patricia: ¡Él se murió...!
M: ¿Quién, quién se murió, quién?
P: ¡Mi celular, me lo cortaron...!
M: ¡Maldita sea Patricia me asustaste!, ¡por favor, pensé que algo grave había pasado...!
P: ¿Grave, Marce? ¡Gravísimo...!¡Gravísimo...! Tú no sabes lo que es para mí estar sin celular, es como si me hubieran cortado el brazo. No, no, es como si me hubieran quitado un órgano vital, el corazón, el cerebro...
M: ¡Ay, ése lo perdiste hace mucho tiempo! A ver y ¿cuánto te queda de vida?
P: Pues muy poco Marce, muy poco, porque ahora ando en bus y sin celular, donde a mí me llegue a pasar algo no tengo forma de pedir auxilio, Marce. Pero claro a ti no te importa como a ti no es a la que te toca montarte en un bus, como tú tienes tu celular al día, tu novio, tienes carro, tienes tarjeta de crédito, lo peor que te puede pasar en la vida es que Armando te traicione. Pero yo estoy exponiendo mi vida todos los días...
M: Y qué se supone que yo tengo que hacer... Yo no te voy a prestar más plata...
P: ¡Ay, Marce! Cuando me paguen a fin de mes...
M: Sí, ¿Como me has pagado todo?, ¿cierto?, no más Patricia, no más, sé perfectamente lo que va a suceder...entiende, se te acabó la amiga rica, yo también vivo de un sueldo como tú...
P: Claro tu vives de ese sueldo pero a mí no me alcanza.
M: ¡Pues a mí tampoco me alcanza si yo te sigo prestando plata! ¡No más...!
P: A ti no te importa mi suerte ¿verdad? A ti ya no te importa, tú no eres la misma amiga que eras antes ¿no?
Uol Educação
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